jueves, junio 16, 2005

LAS LENGUAS Y SU MUSICA.- Capítulo 2º

La política, los Gobiernos, disponen en sus estructuras de medios poderosos con nombres ó títulos, en la mayoría de los casos verdaderamente rimbombantes: Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación y Ciencia, …… para lo que nos ocupa ahora y aquí.
En otros momentos, dependiendo de los regímenes ó etapas históricas, esa denominación cambia a gusto de los “cerebros” de turno.

Se les asigna la capacidad de convertirse en garantes de gestionar adecuadamente, todas las acciones inherentes a la conservación, promoción, ampliación, desarrollo, transmisión a cada generación, de las ciencias, la educación, el conocimiento, la formación intelectual ó profesional, etc …..de los seres humanos, de potenciar su bagage cultural en definitiva.

El summun del cotarro en cuestión, estimo que estaría compendiado en la Universidad: ¿Institución pura y exclusivamente destinada y dedicada al estudio, investigación y transmisión del conocimiento? ¿Crisol de futuros cerebros que han de conservar las excelsas esencias del saber? ¿Materia gris pura, noble, inalterable, …..?
¿Máximo exponente de la cultura de los pueblos?

Por aquello de la presunción de inocencia, y en primer lugar, debemos aceptar la bondad y mejor intención de todo el mundo.

Pero, y caramba con los peros, ……….. :
· Para empezar, los políticos profesionales. Estos, a sus políticas, sus partidismos, sus parcelas irrenunciables. Con ello, si se tercia y las circunstancias lo requieren, la cultura (y digo CULTURA), la adaptan a sus intereses, y si el fin lo requiere, “se la pasan por el arco de triunfo”
· Por otro lado los profesionales de la cultura. Estos corren el riesgo de “politizarse”, con el consiguiente riesgo de sesgar la quintaesencia de su loable cometido por naturaleza.

Lo primero: vomitivo; lo segundo: deleznable.

Toda esta perorata, evidentemente tiene una finalidad, y es fruto de un sentimiento personal. Es una llamada a impedir que se destruya un bien cultural que nos pertenece a los valencianos, nuestra lengua, la Lengua Valenciana.
Sería bueno no consentir que la fagocite otra lengua, que en su día, otros consintieron su independencia de su seno de origen Occitano.

Los franceses se sienten orgullosos de contar en su patrimonio lingüístico, con 75 lenguas. Entre ellas, el Occitano. Esta naturalmente, es otra música.

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